Camionero cansado del lío de Sánchez, se folla por la cam a Cristina

Anoche en el parking de La Jonquera, donde mi camión descansaba junto a otras carretas motorizadas y  metálicas en un silencio casi sepulcral, me llamaron la atención esos pechos perfectos de Cristina de Sexole que estaba viendo en el Canal de Telegram de Ana. Me acababa de pasar el link un camionero amigo, y la verdad está muy divertido, porque puedes ir viendo fotitos, videos y cositas de tus chicas cam españolas favoritas! 

Me vino muy bien para desconectarme un poco, porque ya estaba harto con el tema del día! Cuando aparqué el camión y apagué la radio, llevaba más de dos horas escuchando en todas las cadenas hablar de la carta de Pedro Sánchez! Joder que coñazo! Desde que empiezas a pillar las radios españolas, antes de cruzar la frontera desde Francia, hasta que paré en el área de servicio, todas hablando de lo mismo! Llevaba un par de horas en España y tenía ya la cabeza como un bombo, jajajaja. 

A los 10 minutos de estar mirando fotitos en el canal de Ana, para qué negarlo, estaba bastante salido y decidí meterme en Sexole. Tal y como estaba de caliente no llegaba a casa. Casi 800 Km. hasta Murcia para follarme a mi mujer se me hacían muy cuesta arriba! Cristina es esa muñeca perfecta chilena que a mí me hace olvidar la soledad y las frías noches de carretera en un plis!. Entré y me quedé un par de minutos escuchándola hablar, con ese acento que me encandila! Por un momento su voz y su acento me llevaron a los viejos recuerdos de mi querida Javiera, esa putita chilena que trabajaba justo por esta zona cuando el Paradise era lo que era. Yo le decía que era una camionera del sexo! Su belleza me trae recuerdos de otras épocas que ya no se pueden reeditar. Yo no soy un putero, pero en mis años mozos, hace más de 20 años, parar en un bar de carretera y darte un desahogo, era de lo más normal. Yo tengo recuerdos preciosos! Y sinceramente no creo que las chicas con las que estuve lo pasaran mal conmigo.

Como me la comía Javiera, por favor! Sigo recordando su lengua en mi miembro como si fuera ayer, y me sigo estremeciendo sólo de recordarlo! Me encanta recordar como me la seguía mamando después de correrme en su boquita, mmmmmm….

Pero volvamos a Cristina, una diosa con acento shileno!, encarnación misma del placer y el deseo dentro de mi camión, en mi cabina! Yo ya estaba recostado detrás de mi asiento, intentando mandarme lo que veía en el móvil por ChromeCast a la pantalla que tengo en la pared a los pies de la cama. El trasto no se conectaba no sé porqué leches y yo seguía oyendo a Cristina y me ponía cada vez más cachondo!

Al final pude empezar a ver a Cristina en mi pantalla, en un tamaño más que decente sin tener que dejarme los ojos en el móvil. Joder, que buena está la muchacha! Estaba justo con esas cruces negras que tiene en las fotos de su perfil, tapándole esos pezones suyos!

Me puse a chatear con ella y enseguida me preguntó qué quería ver. Le dije que ya era un poco tarde para mi, estaba un poco cansado y no quería pedirle nada especial, sólo dejarla hacer lo que quisiera. Me encantó su respuesta: ‘No te preocupes, mi correcaminos, voy a hacer algo muy especial para ti’, me dijo con esa voz dulce y seductora que me recordaba a Javiera, con ese acento chileno que me alborota la sangre.

Yo me había comprado un masturbador doble (vaginal y anal), de esos portátiles, en una gasolinera en Alemania, y estaba dispuesto a estrenarlo con esta muñeca. Yo siempre me la había cascado a lo natural, a lo sumo alguna vez un poco de lubricante, pero había leído cosas acerca de estos juguetitos y quise experimentar!

Cristina comenzó a desvestirse lentamente frente a la cam, revelando su cuerpo perfecto. Sus pezones se endurecieron con las primeras guarradas que le escribí en el chat y su sonrisa perversa me hizo entender que se venía un rato muy caliente! Después de desvestirse, se empezó a tocar el clítoris con un masajeador que la hizo empezar a temblar de placer y gemir bajito. Yo notaba como se iba poniendo cachonda y yo a la vez. Yo ya había sacado mi polla del pantalón y me la tocaba mientras no paraba de crecer. Quería ponerla bien dura para poder follarme el masturbador que me había comprado. Me había conectado mis auriculares bluetooth y la escuchaba como si la tuviera al lado.

Cristina ya se empezaba a retorcer de placer y a separar un poco el masajeador, como si no pudiera resistirlo. Sus braguitas a medio bajar ya me dejaban entrever su culito, que supongo que por efecto del masajeador se empezaba a dilatar y eso me ponía muy cachondo! Yo ya tenía mi masturbador colocado, y oye, una vez templado no estaba nada mal. La situación había hecho que me apeteciera mucho el sexo anal, giré el cacharrito y ensarté con mi polla un agujero anal chiquito, que poco a poco se fue abriendo. La cosa resbalaba muy bien y yo ya me hacía la idea de que me iba a follar ese culito de Cristina que se empezaba a abrir cada vez más para mi.

Cristina me decía que su culo quería mi polla. Que necesitaba meterse algo por ese agujero, mientras se seguía dando con el masajeador entre sus piernas y gimiendo de una manera que con los cascos parecía que me estuviera comiendo la oreja y jadeando y susurrándome al oído. No aguantó mas y sacó de no sé donde un consolador anal de cristal, como de bolas ensartadas en un palo, cada vez mas grandes! Joder empezó a meterse y a sacarse esa cosa por culo, mientras no dejaba de darse con el vibrador en el clitoris y jadear!

Seguimos asi un rato, yo tenía mi polla cada vez más a punto…

Ella me pedía que le dijera cuánto quería que se metiera ese pincho de bolas de cristal por el culo y cuánto más guarro era mi lenguaje, más caliente se ponía ella. Lo notaba. De repente se apartó todo lo que tenía entre las piernas y sacó otro dildo de esos transparentes, se giró y empezó a cabalgar sobre él de espaldas sin dejar de apuntarme con ese culito ahora más dilatado para mi.

Yo sentía un calor abrasador subir desde mis piernas hasta mi cabeza y sabía que ya no había vuelta atrás: iba a correrme en el culo de Cristina mientras ella seguía de rodillas metiéndose ese dildo y dejándome todo su hermoso culo para mi polla que ya estaba tremenda!

No pude más, sentí cómo mi polla explotaba en un orgasmo tan intenso que casi me desmayo. Mis ojos se cerraron y todo se volvió negro por unos segundos, mientras el semen salía a borbotones del culo del masturbador, porque ya no cabía dentro.

Cristina tardó unos segundos más pero también se corrió con esa polla transparente que cabalgaba! Sus gemidos y gritos de placer sonaban en mis oídos como la banda sonora más sexy de la historia! Que gran final!

“Volveré a verte pronto correcaminos?”, me preguntó con esa sonrisita maliciosa que ya me tenía enamorado.

“A ver si cuando llegas a Murcia, nos hacemos un trío con tu mujer!” Joder, la sola idea me parecía imposible pero a mi polla le encantó se ve, porque se volvió a endurecer ahora ya fuera del masturbador!

Le dije que mi mujer era bastante tradicional, pero que me lo pensaría, que me había gustado mucho la idea

Nos despedimos y así fue como terminó mi noche en el parking de La Jonquera, con Cristina dejándome sin aliento y dejando mi cuerpo y mente relajados hasta Murcia.

Durante todo el viaje, cada vez que recordaba ese tremendo orgasmo que habíamos tenido juntos Cristina y yo, se me erizaban los pelos del cogote y me ponía caliente como el infierno. Mi mujer no lo sabe, pero mi efusividad en los revolcones de los reencuentros no sólo se debe a que la extraño, claro, sino también a lo cachondo que me ponen mis chicas de Sexole!

rou***ner